LA TRAGEDIA DE CONDOR CERRO

miércoles, 19 de julio de 2017

RESCATE DE LOS BOHEMIOS

        


                                "La Quinta Heeren de noche" obra de Humareda, encargada por el Banco Central de Reserva, la terminó el 18 de Noviembre de     
                                1986 y falleció dos días después.
            Eduardo Moll, docente, destacado pintor, informado crítico y activo promotor de arte, nacido en Leipzig Alemania, peruano por decisión propia; proclama al gigante Víctor Humareda como “el último de los bohemios” Empero, este moderno Toulouse Lautrec, este genio de los arlequines y de las desoladas deidades en su íntimo Moulin Rouge: el cuarto 283 del Hotel Lima en la Parada era enófobo por principio. Al decir de los paisanos suyos era abstemio por elección y marginal por vocación.
¡Malas noticias para nosotros los dipsómanos!, porque entonces, el significado de esa fascinante palabra no necesariamente es sinónimo de empinar regularmente el codo.
            Aunque se rodea de un halo misterioso y seductor, bohemia fraterniza más bien con rebeldía, con un tipo de vida libérrimo, inusual, inconforme. Acierta plenamente por tanto, el preceptor Moll en su consideración; porque Humareda Gallegos fue eso poco más o poco menos. Aparte claro está, de genial artista que en mi profana opinión, es cláusula conminatoria para la obtención de tal rango. Con el agregado de furtivo y puntual contertulio de féminas de polémica apostura pero de inobjetable calidad facilitadora del afecto que le acuciaba. Así fue como muchas de ellas consiguieron ser perpetuadas por su formidable pincel y con ese cambalache, de amor por inmortalidad, tramontaron lo infortunado y efímero de su circunstancia; cual Majas de Goya, ni mas ni menos.
            Como él, tantos otros que el confuso o sospechoso orden que llamamos sociedad y los politiqueros usan desvergonzadamente y descartan después cuando pierden eficacia para sus sórdidos fines. Rememoro y demando el rescate de la ingratitud y el olvido por ejemplo a Cesáreo “Chacho” Martínez, poeta y guerrero, cuyo sitial en la evocación colectiva, usufructúan advenedizos de dudosa índole.
            Víctor Humareda Gallegos es el prototipo peruano de bohemio y no echaba la espuela como dicen los chapetones ¿Dónde ubicamos entonces a tanto chafarrineador y jalatripas que con su vaso en alto y a voz en cuello vocifera su bohemia?  
Yo creo que al separar los espumarajos, la bebida dejará ver su verdadero nivel y lo que encontraremos será lisa y llanamente a unos festivos e inocuos borrachitos. Muy alegres o muy tristes pero bastante lejos de calificar para bohemios.
            Por deferencia a nuestros  magníficos bohemios y por respeto a la inteligencia: Las cosas en su lugar. Bohemios Humareda y Abraham Valdelomar, También el “Chacho”Martínez o Felipe Pinglo. Ciertos retazos, en inciertas veladas o errátiles estados emocionales de hipocondría o desánimo, ahuyentan o ahuyentaban sus aflicciones y desasosiegos con sorbos espirituosos, pero ese no era ni es el rasgo que los distinguía ni distingue.
Cuando la propensión a las libaciones se estima como lo determinante, nos encontramos entonces frente a una adicción que se denomina alcoholismo y no bohemia. Ni todos los bohemios son briagos ni la dipsomanía implica bohemia. Al César lo que es del César y a Dios lo que le corresponde, que en este caso es Baco: Dios del vino y de los excesos y locuras más funambulescas.
Víctor Humareda Gallegos, el último bohemio y el último genio del pincel, hasta ahora; se hizo inmortal el 20 de noviembre de 1986, como consecuencia de una hemorragia nasal, causada por la constante inhalación de las emanaciones de sus preparados resinosos y oleaginosos. Había terminado dos días antes, un cuadro pintado por encargo, era: “La Quinta Heeren de Noche”, contratado por el Banco Central de Reserva del Perú.

P.D.-   Es un hecho incontrastable que todo lo actuado por Baco, es lo apropiado y suficiente para jerarquizarlo como patrono de la borrachera. Como irrefutable es, lo lejos que se encuentra la bohemia de cobijarse bajo su advocación. Como sí ocurre por ejemplo con San Juan Nepomuceno que es patrono de Bohemia… y de Moravia las dos famosas ciudades checas.

                                                                                                                                                                      Chanelo

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