CUADERNO DE BITACORA DE UNA GESTA HEROICA
Notas para una urgente compaginación histórica del proceso de creación de la UNIVERSIDAD DE ANCASH "SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO"
Notas para una urgente compaginación histórica del proceso de creación de la UNIVERSIDAD DE ANCASH "SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO"
El jueves 7 DE MARZO, algunos ya traíamos los pies hinchados y con
sabañones, por eso descansamos toda la tarde y la noche. Pero con inquebrantable afán de ascetas, con diamantina mística, una vez más
madrugamos el viernes 8 DE MARZO. Salimos de Chasquitambo, antes de la cinco.
SEVERO ROJAS RAMIREZ, llevaba una guitarra, tenía una hermosa voz y no
desafinaba.
-♪ En el cielo las estreellas,
en la tierra las espiinas, dentro de mi corazóón, la Repúública Peruana…♫…. - desgranaba antiguas, bellas y sentidas chuscadas de culto, precisas, idóneas. Como dotadas de vida
propia, se internaban en los pechos en busca del corazón o del alma. Las
entonaba como en su propia tierra, allí donde se aprende la lealtad y el amor, también a sufrir y el desamor, cantaba con fermentada nostalgia, con arrebato, con pasión, con vibratos y gorgoriteos, como obligando a las notas a recorrer por sí mismas, por entre las pencas, yerbasantas y huaromas, por entre las entrañables faldas coloreadas por la jalde mostacilla. Acopiando sus fragancias, por entre los cartuchos y el kikuyo. Las deshojaba, como hojas de aliso o capulí, en un mágico acto, convertidas en estacionales, como en los extremos de los hemisferios, amarilladas por los elementos y la vejez y que el viento tumba, fingiendo acariciarlas, tentándolas con el interín de un exuberante lecho de muerte, para renacer en el vivificante humus, que con su calidez y sus esenciales nutrientes, instiga, una vez más, la feraz frondosidad, espolea la nueva vida, el futuro, el devenir, la pervivencia.
- ♪ Todos quieren todos aman, solo a mí me reparan, solo a mí me
reparan. Ese tu amor se parece a la hierbas cuando nacen, que a cualquier rama se enredan, pero en ninguna permanecen♫
Era el sexto día de la marcha, los pinos que bordean la carretera, nos rendían homenaje confederados con la
brisa del alba. Detrás los paltos y naranjos, los plátanos y manzanos, con botánica mirada, afable, circunspecta, atisbaban a esos impertérritos e insólitos caminantes, como en un antiguo film de la época muda, por instantes, por entre las ramas. Y hacia el fondo y rodeándonos también, arredrando siempre, inmutables, enmascarando con sus apagados tonos, su voluntarioso empeño refrendatario, los cerros de inmemoriales rocas y testimonios
MARCHA DE
SACRIFICIO
La lucha Pro-Universidad, había ya hecho carne, en el espíritu, en la
conciencia popular y quizás por eso, que aquilatando en su real dimensión, el aporte
de las “fuerzas vivas” que son el llamativo o comercial nombre, de las instituciones civiles establecidas: valioso pero
insuficiente en el mejor de los casos. Con la certeza y la fe, con el aplomo que
otorga la experiencia y el trajín cotidiano por la supervivencia, arribamos a
la conclusión, de que había llegado el momento de desplegar sin anestesia, el
atrevimiento, la fuerza, la vitalidad de las masas. Así es como se abre paso,
una medida de presión de mayor eficacia. En el Comité Permanente se acuerda una
marcha de sacrificio, para cuyo pertinente preámbulo, es convocado un mitin en
la Plaza de Armas.
EL MITIN DE LA PARTIDA
Ante más de cinco mil personas. Allí estaban los preocupados padres de
familia, campesinos, obreros, artesanos, empleados, amas de casa, estudiantes, los
comerciantes, aquellos los de la más grande y vistosa bandera peruana, los directivos de
la Cámara de Comercio: encabezados por su Presidente el Sr. Enrique Ramírez
Luna, se podía distinguir a Don Miguel Torres Cano, a Don Carlos Chong Roca, a
Don Luis Santillana, Pancho Sotelo, Lucho Rivera, Víctor Gonzales Soto,
Ezequiel Sal y Rosas, Miguel Sotomayor y un largo etc. A las tres de la tarde
del día domingo TRES DE MARZO DE 1968, partimos alrededor de medio centenar de
héroes, entre estudiantes y trabajadores. La multitud congregada, contagiada del juvenil dinamismo combatiente, imbuida de altruismo y solidaridad, nos acompañó junto
a la banda de músicos “Flor Andina de Huallcor”. Poco a poco la comitiva, se fue
raleando sin embargo, “Estos mis cabellicos maire, uno a uno se los lleva el
aire”, como exclamaba Francisco de Carvajal “El Demonio de los Andes”. Se iban
quedando, hasta que pasando el puente de Pariac, estábamos ya solos frente al
reto. Teníamos por delante: Doscientos kilómetros de dura trocha, copiosas y
persistentes lluvias e intenso frío, sobre todo en la interminable Lampaspampa
y en Conococha, y otros doscientos kilómetros de dura pista, en el llano, por
entre los desérticos arenales costeños, bajo un abochornante calor.
RECUAY
-¡Ufff! - exclamamos casi en coro, a pesar de que estábamos frescos, después de cinco horas de
jalar parejo, llegamos a Recuay, pasadas las 8 de la noche.
- ¡Yo no doy más, no soy para esto, aquí me quedo! - dijo Donato Henostroza Minaya, allí donde nos aguardaba el Dr. MAX ESPINOZA MENDIETA, Jefe del Hospital Regional de Huaraz, que gentilmente nos atendió y nos surtió de medicamentos para el viaje; y se quedó Donato, pero aún así ya había inscrito su nombre en esta historia
- ¡Yo no doy más, no soy para esto, aquí me quedo! - dijo Donato Henostroza Minaya, allí donde nos aguardaba el Dr. MAX ESPINOZA MENDIETA, Jefe del Hospital Regional de Huaraz, que gentilmente nos atendió y nos surtió de medicamentos para el viaje; y se quedó Donato, pero aún así ya había inscrito su nombre en esta historia
El CUATRO DE MARZO, caminamos hasta Cátac. Cuando llegamos, la noche estaba muy cerrada y fría, pero los comuneros y algunos comerciantes, que nos esperan con inabarcable entusiasmo, junto a los alimentos y el alojamiento, nos brindan el
calor humano, el fulgor de su sano corazón, de su sencilla y franca manera de
ser. El famoso “Tacorita”, se porta con una parte de la merienda. Aquí se despidió entre lágrimas Francisco Espinoza, que no cesaba de aconsejar a JUANA ESPINOZA TORRES, que se abrigue bien y se cuidase mucho. Junto a él, se quedó también el Arquitecto RONALD RIVERA SUAREZ.
CONOCOCHA
CONOCOCHA
El CINCO DE MARZO, después del mediodía, cerca de Conococha, fuimos apoyados
por trabajadores de la Corporación Peruana del Santa, que en las inmediaciones
tienen un campamento. La Guardia Civil, que va resguardando el orden, nos practica
una revisión médica. Pernoctamos y comimos a 4080 msnm en el pueblito de
Conococha, donde no canta el gallinazo y el viento silva en los pajonales. Un tanto más y hasta con sus cálidos
resuellos, nos abrigan los cariñosos pobladores locales y los que han venido de
Chiquián y otros pueblos. También han traído de comer, frazadas y una
conmovedora familiaridad. Además de solidaridad, sienten propio el peso del compromiso, propias la reivindicación y la lucha.
CAJACAY - COLCA
Al día siguiente, la caminata se suavizó marcadamente, todo es cuesta abajo y por las faldas de Incahuacanqa, por entre senderillos de pastoreo que se entrecruzan entre los pajonales, importunando la tranquilidad de perdices y francolinas, que intempestivamente salen volando despavoridas, hemos cortado camino hasta Santa Rosa de Cajacay. Macario Ochoa, el hijo de Don Félix Ochoa Rodríguez, es de la zona y maneja desde niño estas íntimas rutas y nos guía, por un camino de herradura que pasa directo a Cajacay, evitando la otra banda, la de la peligrosa curva de Huambo. Mucho mejor así, pues una persistente llovizna, desalentaba los ánimos. Desde el camino que discurre por entre pencas y magueyes, disfrutábamos del especial encanto de los potreros de alfalfa y sementeras, al fondo muy cerca del río Tingo una armoniosa casita de tejas, lucía como teñida de blanco, por algún travieso artista.
- Ese es el molino de los Padilla Barrera - nos ilustró Macario.
Atardecimos en Colca y se acordó pasar allí la noche. El señor Joaquín Ríos del grifo se mostró sumamente espléndido con la delegación viandante.
Al día siguiente, la caminata se suavizó marcadamente, todo es cuesta abajo y por las faldas de Incahuacanqa, por entre senderillos de pastoreo que se entrecruzan entre los pajonales, importunando la tranquilidad de perdices y francolinas, que intempestivamente salen volando despavoridas, hemos cortado camino hasta Santa Rosa de Cajacay. Macario Ochoa, el hijo de Don Félix Ochoa Rodríguez, es de la zona y maneja desde niño estas íntimas rutas y nos guía, por un camino de herradura que pasa directo a Cajacay, evitando la otra banda, la de la peligrosa curva de Huambo. Mucho mejor así, pues una persistente llovizna, desalentaba los ánimos. Desde el camino que discurre por entre pencas y magueyes, disfrutábamos del especial encanto de los potreros de alfalfa y sementeras, al fondo muy cerca del río Tingo una armoniosa casita de tejas, lucía como teñida de blanco, por algún travieso artista.
- Ese es el molino de los Padilla Barrera - nos ilustró Macario.
Atardecimos en Colca y se acordó pasar allí la noche. El señor Joaquín Ríos del grifo se mostró sumamente espléndido con la delegación viandante.
Jueves SIETE DE MARZO, Todavía a oscuras, nos pusimos en camino, desayunamos en
Chaucayán, y poco antes de llegar a
Chasquitambo, nos dio el alcance el alférez GC RAUL PEREZ PALMA, que nos acompañó
hasta el campamento del Ministerio de Fomento, Allí fuimos alojados y en la noche nos dieron de cenar. Como en la zona la lluvia había escampado, atardecía con un clima muy amable, las tenues pinceladas
violáceas sugerían tímidamente el crepúsculo y tan espectacularmente como en los prolegómenos de un
espectáculo futbolístico, hizo su aparición el Sr. Javier Castromonte Ordoñez,
entrenador del equipo de fútbol de Chasquitambo, que nos examinó, nos frotó y
masajeó, aliviándonos de la extenuación muscular, dejándonos expeditos para
diez días más de caminata.
Fue una tregua, que quise aprovechar al máximo e hice lo que me tenía muerto de curiosidad, inquieto casi desde la partida. Abordé entonces a
Lázaro Figueroa, que en cuanto el momento se lo permitía, hacía anotaciones en
una pequeña libreta. No desperdiciaba ninguno.
-¿Se puede saber qué escribes con tanto empeño Llashi?
-¡Ahh, sii! solo son notas que estoy recopilando sobre la historia de nuestra
lucha – me contestó de muy buen talante, lo que me valió para pedirle que me
leyera algo. Se acomodó los lentes y se repantigó en la gruesa y muelle estera
de totora, que le serviría de cama y me
dijo:
-Te voy a leer un párrafo de lo que solo he copiado, de un apunte que tenía el Sr. Manuel Gamarra Ochoa, cuando pasamos por Cajacay:
“LA UNIVERSIDAD “SAN JERONIMO”
DE ANCASH
En lenguaje castizo , es decir
con verdad monda y lironda, en el año del Señor de 1899, en el Perú daban
señales de vida, saludable y fecunda, seis universidades nacionales, de las
cuales cinco llevaban por nombre, el de alguno de los del santoral cristiano
católico, a saber: “SAN MARCOS” de Lima (1551, la más antigua de América), “SAN
CRISTOBAL” de Huamanga (1677, con sus actividades transitoriamente suspendidas),
“SAN ANTONIO ABAD” del Cusco (1692), “SAN AGUSTIN” de Arequipa (1828), “SAN
CARLOS” o Universidad del Altiplano-Puno (1856). Y como en una abierta y explícita
réplica a quienes recelaban de sus liberales convicciones y le reclamaban por sus
devaneos monárquicos, en Trujillo fundó la excepción SIMON José Antonio de la
Santísima Trinidad BOLIVAR Palacios Ponte y Blanco. Desde su cuartel general en
Huamachuco, presumiblemente influenciado por José Faustino Sánchez Carrión, el
“Solitario de Sayán”, que fungía de Secretario de la Gesta libertadora y hasta
hoy, insuficientemente enaltecido ideólogo republicano y precursor de la
Independencia, creó la Universidad Nacional de Trujillo, prescindiendo en su
epígrafe del respectivo alias místico, el 10 de Mayo de 1824.
Salta a la vista la madre del
cordero, la preeminencia de la atmósfera, el espíritu y la percepción,
coloniales, de vasallaje, de sumisión intelectual imperantes entonces y no solo
en los nombres, también en el encargo de la regencia a la orden religiosa,
vinculada al canonizado patrón, que era usanza establecida por el derecho
consuetudinario y el pacto, la fusión Iglesia-Estado, también legado
testamentario de la intromisión europea. No debe concitar extrañeza por tanto,
que en ese año, el Senador de la República, Dr. JOSE SANTOS MORAN, descendiente
del epónimo Presbítero José Santos Morán, que a mediados de los sesenta de ese
mismo siglo, fue párroco y alcalde de la Villa de San Agustín de Cajacay,
presentase ante su Cámara, el Proyecto de creación para Ancash, de la “Universidad
Menor de San Jerónimo”, que una primordial razón de Estado, lo desestimó: el
Gobierno de José Eduardo Gabriel Octavio López de Romaña y Alvizuri, a la sazón
primer Ingeniero Presidente del Perú, se declaró en incapacidad de erogar los
14, 000 soles por año, necesarios, para solventar su vigencia; el archivamiento
fue sumario.
Huelga machacar que hechos como
éste, invariablemente son el corolario de un proceso precursor, un desarrollo,
un sazonamiento. Apocados y opacados por el tiempo sin embargo, se toman como
referencias, los que alcanzaron trascendencia. Por esto es como un tácito
acuerdo, tomar como punto de partida en la lucha en pro de la Universidad de
Ancash, a la gran misión emprendida por este ilustre hijo de las espléndidas faldas
del Kunka y las diáfanas aguas del Río Tingo, que con el Pacayhuas, son los
progenitores del Gran Río Fortaleza. Tierra de gamonales Cajacay, pero también,
como lo dijera Santiago Antúnez de Mayolo, notoria cuna de ilustres
personalidades de la cultura, la política y de cuanto avatar requiera de
próceres. De la propuesta del Dr. Santos Morán, han transcurrido más de sesenta
años”.
OCHO DE MARZO DE 1968. En la mañana, el sofocante calor era mitigado
por la brisa que aparecía de entre los maizales y a buen paso, casi sin
sentirlo, se sucedieron Malvado, Chiquihuanca, Mandahuaz, Manás, Anta, Shaura. Por partes la caña brava que quería
invadir la carretera, nos encallejonaba, sus espigados penachos parecían
vitorearnos. A la altura de Huáncar, nos aguardaba un grupo de pobladores, que
nos ofrecieron bebidas, avanzamos hasta Rinconada, a donde llegamos para almorzar,
comimos lo que nos convidaron algunos miembros del Sub-Comité de lucha
pro-Universidad base Paramonga, encabezados por su Presidente VICTOR ONCOY y lo
que llevábamos como fiambre. En la tarde arribamos a Huaricanga, pueblo de
gente noble y laboriosa, organizada en una comunidad campesina, que nos
alimentó y nos suministró los medicamentos que, noticiados de la marcha,
lograron recolectar con anticipación. El día NUEVE DE MARZO, traspusimos Tunán
silenciosamente, sus moradores madrugaban para las faenas del maíz y del ají.
Desayunamos en Cerro Blanco y almorzamos en Paramonga, donde la plana de
galenos de la Hacienda, nos examinó y asistió. A descansar llegamos a Pativilca
en la noche, siempre escoltados por la Guardia Civil, que nos alojó en la
comisaría.
DIEZ DE MARZO, Debe ser cierto que es psicológico, pero por más buena
voluntad de los policías, no se duerme bien en un calabozo. Así que madrugamos
y amanecimos en Puerto Supe, donde desayunamos y descansamos. Recibimos francas
muestras de simpatía de los vecinos. Allí, el Dr. CESAR ANGELES CABALLERO, nos
informó de los preparativos para la recepción en Lima. Unas personas que
habitaban modestas viviendas al borde de la carretera, en la Pampa de Medio
Mundo, nos ofrecieron hospedaje. Son ellas precisamente, las que te brindan
hasta lo que no tienen. Allí almorzamos y descansamos hasta el día siguiente. Ocasión
que me cayó de perilla, para abordar nuevamente a Lázaro Figueroa. Que en vez
de leerme sus notas, me dio su libreta para que yo mismo las leyera.
-De paso, me das tus impresiones, sobre mi redacción y ortografía – me
manifestó sonriente.
Como me dejó solo, lo que hice fue copiarlo, por dos razones, la
primera, que tengo una característica y creo no estar equivocado, si afirmo que
es bastante común: cuando escribo algo, se me graba perfectamente en la memoria
y la segunda, que su primera nota me impactó gratamente. Así pues, esto es lo
que anoté:
“EL PADRE SORIANO…
A lo largo de la primera mitad
del siglo XX, se registraron algunos sucesos no por aislados menos
trascendentales, que daban cuenta de la vigencia, de la actualidad de las
aspiraciones de las juventudes ancashinas, más cuando como frente a un brete, se
hallaban coaccionados a emigrar a Trujillo, Lima y otras ciudades, para
continuar los estudios superiores.
En el año de 1956, la masiva
respuesta a la convocatoria del cónclave de estudiantes ancashinos, en el Paraninfo
de San Fernando, de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San
Marcos, entrando por la esquina de la Av. Grau con el jirón Cangallo, detrás de
la “Muerte lenta” y la Morgue Central de Lima, notificaba de la buena salud, la
fortaleza y la lozanía de la brega pro universidad. La propuesta que devino
consenso y fue asentada en actas, consistía en promover por todos los medios al
alcance, una campaña por la creación de una Universidad Técnica en la Capital
ancashina, cuyo nombre sería un homenaje en vida y un desagravio, al insigne
sabio aijino SANTIAGO Angel de la Paz ANTUNEZ DE MAYOLO Gomero, a quien la
Academia sueca, escamoteó el Premio Nobel de Física en 1943.
Poco después, en el año de 1958,
la eterna Capital de la Primavera, sería la sede que plasmaría en letras de
molde, otra grandiosa jornada a favor de la imperiosa exigencia del desarrollo,
de la justicia, de la historia ancashina. El Reverendo Padre AUGUSTO SORIANO
INFANTE, otro prócer escasamente enaltecido, en su calidad de Representante de
la Municipalidad de Huaraz, en una palpitante y elocuente intervención, demandó
atención, esfuerzo y decisión, para la justa causa de la juventud ancashina. El
foro fue el Congreso de Municipalidades de Trujillo
El 18 de Julio de 1962, en un
hecho que verificó crispamientos, estentóreas y espontáneas aunque monitorizadas
rebeldías y fugaces agrietamientos de nuestra singular democracia, el General
Ricardo Pío Pérez Godoy, Presidente de facto vía golpe de Estado, frustró la
designación del Presidente de la República, que debía efectuar el Congreso,
entre Fernando Belaúnde Terry, Víctor Raúl Haya de la Torre y Manuel A. Odría
Amoretti, ninguno de los cuales alcanzó
el tercio electoral que requería la Constitución vigente. Haya pactó con Odría
y a pesar de que los resultados le favorecían ligeramente, en un cálculo
político de incierta dialéctica, anunció su retiro, que devino infructuoso,
pues los resultados de la justa electoral, los desconoció la Junta militar,
anulándola manu militari.
Pero en lo que nos atañe, la
irrupción del régimen militar tuvo otra consecuencia funesta. El 24 de Noviembre
de 1960, el Diputado por Ancash DAVID T. IZAGUIRRE, retomando la iniciativa del
Dr. Morán, presenta a su Cámara, una moción, que luego de las consabidas
moratorias parlamentarias, se aprueba a mediados de 1962 y se convierte en
Proyecto de Ley, para ser aprobado por el Senado. Conformidad que no pudo
producirse, pues ni siquiera fue discutido, la Junta militar, clausuró el
Congreso.
En agosto de 1962, de una
supuesta sobredosis, murió Marilyn Monroe y Luis Buñuel, se metió al bolsillo
al exigente público cinéfilo con “El Angel exterminador”, Pero el suceso que
mantenía en vilo a la opinión pública mundial era la llamada “Guerra de los
misiles”. Sucedió que en respuesta al feroz bloqueo y las constantes agresiones
del coloso del Norte, la Cuba de Fidel, recurrió al auxilio de la URSS, la
contraparte en la “Guerra fría”, que instaló en la isla, bases de específicos
misiles de alcance medio. Al ser descubiertas por el espionaje norteamericano,
se armó el gran alboroto. John Kennedy, el sobresaliente egresado de Harvard y
Nikita Jrushchov, el líder de origen campesino, se dijeron la vela verde, pero
la sangre no llegó al río. En Lima, tras siete años de sequía campeonó Alianza
Lima, el goleador del torneo fue Alberto Gallardo y el Atlético Chalaco perdió
la categoría. En Ancash estaba fresco y muy sensible el doloroso remanente de
casi 3000 muertos ocasionados por nuestra propia necedad e incuria. Para
variar, un evento natural propio de nuestra compleja geografía de fastuosos
paisajes, pero de periódicos deslaves y aluviones, se transformó en catástrofe
por “culturales” herencias, para variar también, europeas, de levantar pueblos
en los lugares más expuestos y vulnerables. El 10 de Enero, un aluvión de nieve,
lodo y rocas, proveniente del majestuoso Huascarán, borró del mapa a los
hermosos pueblos de Shacsha, Ranrahirca, Huarascucho, Yanama chico, Matacoto,
Caya, Encayor, Armapampa, Uchucoto y Chuquibamba.
El saldo positivo de estos
periódicos eventos, es que los ancashinos del Callejón, nos forjamos en acero tungstenado,
templado al hielo. Y es así que en Lima, el 20 de Abril de 1963, desafiando el duro
orden castrense y retomando la propuesta de 1956, los estudiantes agrupados en
el Centro Universitario Ancashino (CUA), se movilizan para demandar al
Gobierno, la creación de la Universidad Técnica de Ancash, nombrándola como fue
la idea original: “Santiago Antúnez de Mayolo”. Sembraron otro jalón de la
historia, pero la propuesta, una vez más, no pasó de la mesa de partes. Como
una cábala o un presagio, cuatro años más tarde, en esa misma fecha, fallecería
el inmenso sabio.
1963 fue un año copioso de
episodios. Comenzando con la búsqueda del “monte”, a mis cortos 10 años pude
disfrutar, literalmente, como un enano, del huachihualito de mi abuela paterna.
Bien, pero ¿Qué ocurrencia es ésta, qué desvarío? ¿A quién puede importarle el
relato de un suceso tan banal?
Recobrando ecuanimidad y
compostura, proseguimos: El 3 de Marzo, el General Nicolás Lindley López, ante
la negativa de Pérez Godoy, de cumplir con el libreto del impopular espectáculo
y su pretensión de quedarse más tiempo en el poder, lo defenestró y arrellanándose,
cruzado de piernas, en el sillón presidencial, convocó a las elecciones del
cronograma, que esta vez sí, ganó Belaúnde haciendo ya innecesaria la presencia
marcial, en consecuencia, el 28 de Julio le entregó el mando.
En Agosto, el doce más
precisamente, otro prócer huaracino cuyo reconocimiento, también es aún corto,
el Dr. CARLOS ALBERTO IZAGUIRRE ALZAMORA, historiador, filósofo, filólogo,
abogado y político (¡Qué altura de congresista!) hizo entrega a la mesa
directiva de la cual era Vice-Presidente, de una nueva iniciativa, ante la cual
manifestaron su oposición, inclusive varios de sus compañeros de bancada. La
mezquina o mercenaria politiquería siempre ha orbitado, torpedeado y obstruido
las grandes obras.
El que no se hayan registrado hechos
dignos de resaltar, no implica inactividad, la lucha siempre era actual, aunque
silenciosa. El 8 de junio de 1966, se constituyó el Comité Provisional Pro
Universidad de Ancash, siendo elegido como Presidente, el RP AUGUSTO SORIANO
INFANTE.
En el mes de Enero de 1967, el
Dr. CESAR ANGELES CABALLERO, plantea la creación del Ciclo Pre-universitario en
Huaraz, despertando el entusiasta apoyo y compromiso de la juventud. Funcionó
en las aulas del centenario Colegio de “La Libertad” y la Presidencia recayó en
el joven y entusiasta profesor ENRIQUE FLORES DIAZ. El 12 de Mayo, se formaliza
el Comité Provisional, dando un paso adelante se convierte en el Comité
Permanente, siendo elegido como Presidente, el Profesor VICTOR VALENZUELA
GUARDIA.
Aún y a pesar de la constante
presión de las fuerzas vivas, en el Parlamento, como era de esperarse, se le
daban largas al asunto. La ley de creación de la Universidad de Ancash, que solo
requería del visto bueno del Senado, era saboteada con inasistencias,
digresiones y todo tipo de artimañas, de las que suelen hacer uso los
politiqueros. En sus cálculos de costo-beneficio, a la célebre “Célula
Parlamentaria Aprista”, que era la bancada decisiva, más le convenía Chimbote
como sede, en razón de su caudal electoral”
HUACHO - CHANCAY
Día ONCE DE MARZO, “Al que madruga Dios lo ayuda” dice un refrán muy popular. Ganamos tiempo y desayunamos en Huaura. Allí se unieron a nuestra lucha, algunos pedestres guerreros que compartían la causa. En Huacho, nos brindaron su apoyo los pobladores, vendedores de comida y dueños de restaurantes. En Lima, los diarios informaban minuto a minuto, de nuestra gloriosa marcha. Me enteré entonces que Lázaro Figueroa, era corresponsal “de guerra” del diario “La Prensa” y de Radio “Victoria”. Ese día, cerca de la medianoche, habíamos salvado ese inmenso páramo entre Huacho y Chancay. Arribamos a Chancayllo, donde dormimos. Día DOCE DE MARZO, como para no perder la costumbre, madrugamos otra vez y desayunamos en Chancay. Tras un pequeño respiro, reanudamos la marcha por el grandioso aunque intimidante Serpentín de Pasamayo y en Ancón, nos aguardaba un agasajo: Un comité de entusiastas damas anconeras, nos tenían preparados, un sabroso plato de caldo de gallina, escanciado con abundante chicha morada. Tras los primeros aprestos para el ingreso a Lima, allí dormimos.
PUENTE PIEDRA -LIMA
Día ONCE DE MARZO, “Al que madruga Dios lo ayuda” dice un refrán muy popular. Ganamos tiempo y desayunamos en Huaura. Allí se unieron a nuestra lucha, algunos pedestres guerreros que compartían la causa. En Huacho, nos brindaron su apoyo los pobladores, vendedores de comida y dueños de restaurantes. En Lima, los diarios informaban minuto a minuto, de nuestra gloriosa marcha. Me enteré entonces que Lázaro Figueroa, era corresponsal “de guerra” del diario “La Prensa” y de Radio “Victoria”. Ese día, cerca de la medianoche, habíamos salvado ese inmenso páramo entre Huacho y Chancay. Arribamos a Chancayllo, donde dormimos. Día DOCE DE MARZO, como para no perder la costumbre, madrugamos otra vez y desayunamos en Chancay. Tras un pequeño respiro, reanudamos la marcha por el grandioso aunque intimidante Serpentín de Pasamayo y en Ancón, nos aguardaba un agasajo: Un comité de entusiastas damas anconeras, nos tenían preparados, un sabroso plato de caldo de gallina, escanciado con abundante chicha morada. Tras los primeros aprestos para el ingreso a Lima, allí dormimos.
PUENTE PIEDRA -LIMA
Día TRECE DE MARZO, Ya en la recta final, madrugamos hacia Puente
Piedra, donde un numeroso grupo se ensambló, muchas personas, especialmente
transportistas, nos brindaban su apoyo en dinero. La Policía nunca se despegó
de nosotros. Al mediodía descansamos en San Martín de Porres. Los polos donados
por comerciantes ancashinos en Lima, exhibían un eslogan en el pecho que decía:
“MARCHA DE SACRIFICIO HUARAZ-LIMA 400 KM”. Nos los pusieron empezando por los
que participábamos desde Huaraz. En la parte de la espalda, otro lema rezaba:
“PRO U-ANCASH”. Por la Av.Zarumilla, se nos fueron plegando grupos de jóvenes y
algunos mayores. A la altura de Pocitos, era ya una consistente y respetable
marcha. Cogimos la vía tradicional para llegar al Congreso: Av. Alfonso Ugarte,
Plaza Ramón Castilla, Plaza Dos de Mayo, Av. Nicolás de Piérola, Av. Abancay y
el Parque Bolívar y se concertó una reunión de nuestros representantes en la
cámara del Senado, con su Presidente Dr. David Aguilar Cornejo. Como en nuestra
particular democracia es usual, consabido; clásico, con solo gaseosas promesas
en las manos, nos tuvieron como a Cristo, de Herodes a Pilatos. Nos derivaron
al Palacio de Gobierno y de allí otra vez al Congreso. Ante tal panorama, abusivo e inadmisible, la Federación de
Estudiantes de la UNA de la Molina, decretó una huelga de hambre, que se
suspendió porque de inmediato surtió cierto efecto, volvimos al Palacio de
Gobierno, pero solo para que, por vez enésima, nos pasaran la mano. Se imponía
una segunda medida de fuerza más enérgica y eficaz. En la huelga de hambre del
23 de Abril, tomando como sede el Convento de San Francisco, por la resonancia
internacional que podría suscitar, participaron entre otros: JUSTINIANO MINAYA
SOSA, dirigente campesino, ENRIQUE FLORES DIAZ, representante magisterial, ERASMO
PARIAMACHI SOLIS, dirigente sindical. Fueron desalojados casi de inmediato por
la Policía. Los huelguistas se trasladaron entonces al Patio de la facultad de
Ciencias, de la Universidad de San Marcos, que era un amplio recinto techado y
en el que, como resultado de un buen momento del Movimiento Estudiantil, en el
que la esquiva y quebradiza correlación
de fuerzas le era propicia, estaban resguardados y la medida de fuerza, tenía
más y mejores oportunidades. Fueron atendidos permanentemente por los médicos
ancashinos RENAN MANRIQUE y WASHINGTON FLORES QUIROZ. Algunos dirigentes
estudiantiles, también estuvieron al tanto de sus avatares y necesidades, como Carlos
Llontop y NATALIO ATUSPARIA. Como la huelga de hambre era real y no un montaje,
por deterioro de su salud, muchos de los huelguistas tuvieron que ser evacuados
al Hospital Dos de Mayo.
Fueron 22 días de dura prueba, una prueba de fuego, que forjó en acero
el temple, de por sí recio y firme, de los huelguistas. Y ante la
insensibilidad de los “representantes” en el Congreso, nuestros artistas
vernaculares, los de más popularidad, como la Pastorita Huaracina, el Jilguero
del Huascarán, la Princesita de Yungay, la Huaracinita, entre otros, que eran
parte sobresaliente de la lucha Pro-universidad, desde tiempo atrás, se
entrevistaron intercediendo por los huelguistas, con un conocido diputado por
Ancash, del cual prefiero reservarme su nombre, por consideración a sus descendientes,
ya que se les caería la cara de vergüenza, no sería justo que ellos tengan que
pagar los platos rotos por la infamia y deslealtad de su pariente, quien
majaderamente desalojó a los mediadores, del recinto legislativo.
-¡Esos no merecen atención, son unos cholos ignorantes, analfabetos! - aludiendo
a los jóvenes héroes guerreros.
Lo que obviamente provocó la indignación de nuestros consagrados y
nunca suficientemente ponderados autores y voces del ubérrimo y polícromo
folklore ancashino.
- ¡Precisamente de eso se trata doctor, porque somos cholos ignorantes
analfabetos, es que queremos más escuelas, colegios y universidades, para que no haya más analfabetos! – le rebatió
enérgicamente con su clara voz de tenor, ERNESTO SANCHEZ FAJARDO, el Jilguero
del Huascarán.
EL FATIDICO MITIN
Entretanto en Huaraz y el Callejón De Huaylas, en Enero de 1968, se
instituyó el Frente Unico de Lucha de Estudiantes y Trabajadores Pro
Universidad de Ancash, la ira popular ante tanto maltrato y desatención, de los
órganos de gobierno y autoridades, ante la denegación del consagrado derecho a
la educación, ante la absurda obstrucción de creación de la Universidad de
Ancash, antiguo anhelo, largamente acariciado por varias generaciones, colmada
la paciencia, desembocó en una convulsionada y por momentos descontrolada ola
de protestas, que indujeron la formación de turbas desbordantes de rabia, de
bronca embalsada. El Frente Unico convocó a un mitin para el día 17 DE MAYO,
que fue viernes. Las órdenes de reprimirlo, la
policía las cumplió a sangre y fuego, impidiendo desde el Jr. Gamarra,
por donde ingresaban las marchas de pre- concentración, la agrupación en la
Plaza de Armas. El saldo luctuoso fue de más de una decena de víctimas, de las
cuales solo se identificó a dos: el niño Fernando Maguiña Huerta de doce años
de edad y el Ingeniero Luis Olazábal Monteagudo, al que una bala perdida mató
en el acto. El tronar de las balas se escuchó toda la tarde, los heridos, eran
detenidos en el hospital, por lo que muchos preferían curarse en sus casas, y
aunque la lucha se había extendido hasta las capas de adultos, empresarios,
empleados, docentes, profesionales independientes, etc. algunos adolescentes y
jóvenes, participaban sin el conocimiento de sus padres, por lo que buscaban
refugio en los locales de gremios sindicales, las iglesias, casas de amigos.
Hubo cientos de detenidos y la ambulancia del Hospital regional, iba y venía en
arduo trajín, en fúnebre tarea.
En Lima, la conmocionada e indignada respuesta, no se hizo esperar. A
través de Radio Agricultura, MARIA DICTENIA ALVARADO TRUJILLO, la Pastorita
Huaracina con su programa: “Canta el Perú Profundo” y el JILGUERO DEL HUASCARAN
con el suyo: “El Cantar de los Andes” en coordinación con gremios sindicales y
estudiantiles, tanto de Huaraz como de Lima, convocaron a una manifestación
popular en la Plaza San Martín, que se llevó a cabo el Jueves 20 de Junio de
1968, fue multitudinaria y forma parte digna de resaltar, de la historia por
arrancar a los gobernantes, la Universidad de Ancash.
Los meses transcurrieron en esa tensa cadena de sucesos que enfrentaban
las justas aspiraciones de la juventud y los pueblos ancashinos, contra la
indolencia, la incapacidad o el embrollo de intereses creados, encima de los
cuales, se bambolea la politiquería nacional. En Octubre sobrevino la primera
calamidad, que provocó una retirada forzada. Otro “pronunciamiento institucional”
depuso al cuestionado y tambaleante gobierno de Fernando Belaúnde e instauró un
régimen militar que se autonombró “revolucionario”. El despotismo castrense
atizó la sensación de que había que empezar de nuevo, desde cero.
En Mayo de 1970, el Domingo treinta y uno, a 17 meses de la primera, se
añadió la segunda calamidad, la más funesta y triste que se recuerde. El
terremoto mató a 20,000 personas en Huaraz y a 70,000 en toda el área afectada.
Yungay desapareció sepultada por una ciclópea zarpa de nieve, piedras y barro.
El espanto y el luto nos turbaban. Junto a las hordas que invadieron la zona
para hacerse de algún puesto en la “reconstrucción”, vinieron también caravanas
“destraumatizadoras”, por lo general artistas, gente de bien, que se compadecía
del estado de postración, en el que nos había dejado el devastador sacudón, la
comprobación de que la finca, el terreno, la “inversión en propiedades”,
tampoco eran seguros. El amargo mensaje que sedimentaba, luego de disipado el denso
y terco polvo levitado, era claro y contundente: ¡No había nada seguro!
Pero reaccionamos y bien pronto. Ni el descomunal robo que significó la
“reconstrucción”, que empezó con la “remoción de escombros”, que fue la
coartada perfecta para hacer humo los millones de dólares que aportó la
generosidad y la solidaridad mundial, pudo impedirlo. En Noviembre de 1972, el
estudiantado forjó el Frente Unico de Estudiantes de Huaraz (FUEH), cuya
Presidencia la asumió, EFER GARCIA ALAMO de la GUE Mariscal Luzuriaga. De
inmediato fue convocada una movilización estudiantil, que se tornó en un hito
histórico en la lucha, por lo masiva y consciente. La inexperiencia nos jugó
una anecdótica mala pasada: Como los dirigentes eran de los últimos años de la
secundaria, emigraron por una de las razones que justificaban la lucha: para
continuar sus estudios en Trujillo o la Capital, el FUEH quedó acéfalo.
El Año nuevo de 1973 nos
encontró felizmente también, con el Comité Permanente Pro Universidad de
Ancash, como el Ave Fénix, resurgido de las cenizas y el dolor, completamente reactivado.
El Miércoles, 18 de Abril de 1973, el FUEH renueva su Directiva,
resultando elegido como Presidente SANTOS CABALLERO ZAVALA, desenvuelto, activo
y convincente dirigente, alumno del
Instituto Nacional Agropecuario Nº 94. La innovación con la que se perseguía
darle más consistencia a la organización, debutó dando buenos resultados, era
que todos los colegios de Huaraz, estuvieran representados en la Directiva. Se emprendieron
mancomunados esfuerzos para agenciarse de fondos. Se llevaron a cabo
actividades cuyo propósito era financiar el acuerdo de asamblea, que consistía
en desplegar acciones encaminadas a despertar y movilizar a las fuerzas
estudiantiles y populares de todas las provincias del Departamento.
El Gobierno militar, desde su inicio con el golpe de Estado del 3 de
Octubre de 1968, forrando su plan de actualización capitalista, con un
desechable pañal “revolucionario”, aplicándose en sus tareas, de acuerdo al
“Acta de Acuerdos Comerciales Recíprocos” (GATT por sus siglas en inglés), que
ordenaba la intensificación de la globalización, puesta en marcha por
“occidente” en 1947, para lo cual era necesaria, como en las renovadoras de
zapatos, una renovación económica, política, social y cultural, a la cual designó:
“Proceso revolucionario occidental, humanista y cristiano, de participación
plena” y empezó con la modernización de los latifundios, arrebatándoselos a los
despóticos y señoriales gamonales e iniciando un proceso que recalaría en una
industria moderna agro exportadora, acorde con los requerimientos del mercado
internacional. Haciendo otro tanto con la Educación, que es la que nos
concierne, como parte de su plan global llamado “Plan Inca”, emitió en el año
de 1972, el Decreto Ley 19326, “Ley General de Reforma de la Educación”. Y es
con ese dispositivo jurídico bajo el brazo, que el Ministro de Educación,
General Alfredo Carpio Becerra, se hizo presente en Huaraz, el sábado 23 DE JUNIO DE 1973, supuestamente para colmar las
expectativas y calmar los ánimos de la juventud huaracina, que había sido
convocada por las autoridades educativas, ofreciendo en su enfadosa perorata,
en canje de la anhelada Universidad, una Escuela Superior de Educación
Profesional (ESEP). Los estudiantes reaccionaron a la altura de las
circunstancias.
SANDRO DE AMERICA
¡Si Sandro de América, se hubiera enterado de para lo que sirvió su
nombre! Al Ministro le llovieron las
piedras y las pifias y quienes encabezaron la repulsa, fueron los fans del “Club
de Sandro”, integrado por alumnos de Luzuriaga y las combativas viterbinas del
5to “C”, de manera que tuvo que ponerse a buen recaudo. Una vez llegado a Lima,
sentenció: “Estoy contento porque no me cayó ni una piedra, pero mientras yo
sea Ministro, no tendrán Universidad esos salvajes”
La represión no se dejó esperar, alumnos y alumnas, fueron detenidos
en la Prefectura. La Madre Directora y la Regente, franciscanas del Colegio Santa Rosa
de Viterbo, tildando a sus alumnas de “impías y pecadoras”, contribuyeron con
su arresto. La respuesta de los padres de familia, rapidamente recuperados de la sorpresa, fue inmediata y contundente y aunque a los alumnos se les aplicó sanciones académicas, fueron
liberados inmediatamente y la Madre Directora del Colegio, entonces solo femenino, fue removida de su cargo.
FELIZ EPILOGO
El viernes 29 DE AGOSTO de 1975, con un apacible y sigiloso “levantamiento” al
que se publicitó como el “Tacnazo”, se produce sin pena ni gloria, el relevo en
la jefatura de la Junta Militar, sale Juan Velasco, muy enfermo e ingresa
Francisco Morales Bermúdez. Obviamente hay también substitución de Ministros,
por lo cual, al Ministro Carpio se le da las gracias por los servicios
prestados.
La misión de Morales Bermúdez, una vez obtenidos los resultados
perseguidos, era restituir el poder a los civiles y en ese empeño, se ubicaba
prioritariamente una conducta diplomática, sin enfrentamientos con la sociedad
civil. Tenía un calendario de “retorno a la democracia” que venía anunciando en
un periplo a nivel nacional. Es así que en Huaraz, el mitin del lunes 14 DE JUNIO DE 1976, también
convocado por las autoridades y que pintaba confrontacional, fue trocado en
cordial, cuando Morales Bermúdez, arriconado por la presión de la multitud, que no aceptaba otra respuesta que la creación de su Universidad, anunció que el Gobierno la tenía en agenda y su
creación era solo cuestión de algunos meses.
Y en efecto, a casi un año del ofrecimiento, se pudo por fin arrancar ese anhelo, se dio por fin pase al
largamente acariciado sueño, que costó sangre, sudor y lágrimas. El martes 24 DE
MAYO DE 1977, se promulgó el Decreto Ley Nº 21856, que crea la Universidad
Nacional “Santiago Antúnez de Mayolo” (UNASAM).
Final feliz de la lucha, la entrega, el nervio y la perseverancia, la valentía y la generosidad, que
significó hasta el sacrificio de la propia vida, de una generación que se
entregó entera, que no se guardó nada por esa conquista.
Se impone, para las generaciones que aprovechan, gozan, de
este logro, una cabal utilización y una tasación de su real envergadura, un
justiprecio exacto de su trascendencia histórica, esforzarse por deshacerse de
la mediocre hojarasca de los berridos y pugilatos por una mezquina “cuota de
poder” y apuntar a colocar su presente, también a la altura de esas jornadas de epopeya.
Llenas el vacío que por décadas acuno el individualismo de algunos "cronistas", felizmente te unes a laa voces de aquella lucha de generaciones quienes mantuvieron la llama de nuestra demanda social.Paravienes Ergo.Un abrazo
ResponderEliminarGracias por el comentario amigo, lo decía alguien: "los pueblos marchan a la batalla con sus dirigentes a la cabeza o con la cabeza de sus dirigentes"
EliminarExcelente relato estimado Ergo, gracias por recordarnos el sacrificio desplegado por un pequeño grupo de personas heroicas y que esta historia jamás se olvide. Corresponde a los estudiantes actuales de la UNASAM, "apuntar a colocar su presente a la altura de esas jornadas de epopeya", como muy bien finalizas este brillante artículo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por la lectura Edgar. Un fuerte abrazo también
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